miércoles, 19 de diciembre de 2012

Focaccia al curry con queso de cabra y romero




Me encanta el curry. Se lo echo a todo lo que puedo. Eso sí, os aconsejo que si tenéis que usar esta especia, estéis alerta para que no os pase lo mismo que a mi. Resulta que el otro día me estaba haciendo verduras al curry, y estaba medio dormida porque eran las 22'30 y había pasado todo el día estudiando. Total, que abrí el armario de las especias, cogí el botecito y me puse alegremente a echar curry, y cuando me quise dar cuenta, se ve que había espolvoreado mis verduitas con canela. Un montón de canela.

Calabacín con canela. Berenjena con canela. Champiñones con canela. Pimiento verde con canela. Puf. Pero ya os he dicho que tenía sueño, tenía mucha hambre y por momentos lo que estaba teniendo era una mala leche de cuidado (soy muy irascible cuando tengo hambre!). Así que me lo comí. Y en el fondo pues no estaba malo eh? Eso sí, no es lo que me pediría en un restaurante, todo hay que decirlo. Pero mira, quizá si perfecciono la técnica me pasa como al que descubrió el brownie y creo aquí una maravilla para el paladar.


Bueno, al lío. Como véis, la receta de hoy no es dulce. ¿Y eso? - os preguntaréis. Ya os digo que no, que no tengo fiebre y sigo siendo una gran defensora del placer dulce, pero me encanta probar cosas nuevas y la cocina salada me tira mucho!

Focaccias ya he preparado varias, pero esta de hoy es la única que tiene fotos que demuestren su corta existencia. Porque hay que ver como estaba... Le quedó una costrita crujiente por encima y un regustín a curry y una masa tan buaaaahhhh! Lo que se traduce en "muy buena". Estaba muy buena. Y que conste que eso es un eufemismo. De los grandes.



Y digo yo que claro, la cámara y yo somos incompatibles. Ella no me aprecia nada y yo más o menos la odio. Así que si las imágenes no dejan ver lo riquísima que estaba la focaccia es única y exclusivamente culpa de la cámara!

Esta vez, la receta es de Xavier Barriga, modificada ligerísimamente. Éxito asegurado. Hasta mi hermana, que como ella dice, es de paladar limitado, la disfrutó. Disfrutadla vosotr@s también!



INGREDIENTES:

- 400 gr. de harina de fuerza
- 220 ml de agua
- 10 gr. de sal (yo le eché un pelín más)
- 20 gr. de azúcar
- 40 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
- media cucharadita de curry
- Una cucharadita de levadura de panadería

Estos ingredientes son para la masa. Tamizamos la harina en un bol, y poco a poco añadimos todos los ingredientes restantes. Mezclamos con una cuchara de madera y amasamos unos 5 minutos, hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.

Dejamos reposar 15 minutos en un lugar cálido. A continuación, cogemos la masa y la estiramos, colocándola en el molde que la vamos a cocinar (yo lo hice en una bandeja de horno).

Y a partir de aquí, esperamos a que doble el tamaño y mientras tanto nos da tiempo a ducharnos, acabar un reportaje, leer El prisionero del cielo (Dios, qué bueno es Carlos Ruiz Zafón), frustrarnos porque aún n ha subido del todo, jugar con los perros e intentar saciar el hambre con galletas caseras de lacasitos, porque con esta rasca, a la masa le cuesta subir.



En fin, que una vez haya doblado el tamaño, lo que yo hice fue desmenuzar queso de cabra y echárselo por encima, y después echar también romero, sin miedo. Todo depende de la cantidad que a nosotros nos guste. Ah, y debo decir que también le rallé por encima otro queso, de esos que vienen en triangulitos, diría yo que semi-curado. Ole mi información. Es que ahora mismo no estoy en casa y no recuerdo qué queso era, pero si alguien se queda con la duda que me pregunte y se lo chivo!

De hecho, este queso semi-curado hizo que quedara una costrita por encima crujientita que mmmmmhhhh......

Una vez tengamos la focaccia bien repleta de lo que nos gusta (aquí cada cual que use su imaginación, pero os advierto que esta combinación es estupenda!) la ponemos en el horno, que estará precalentado a 210º ,durante unos 15 minutos o hasta que esté doradita y apatecible. Ya veréis el olorcito que desprende ya!



Y nada, yo soy fan de degustar las focaccias calentitas, no sé si será bueno o no pero a mi me sienta de maravilla!.Por eso me fastidió tanto tener que hacerle fotos! jajaja

Para que quede ya perfecta, le echáis un chorrito de aceite por encima y... a degustar! Me zampé como media del tirón y ya no queda nada, así que en realidad no os puedo decir cuánto tiempo aguanta! Si vosotros podéis vencer la tentación de comerla entera, ya me contaréis!



Que tengáis muy feliz semana! Yo estaría contenta porque el viernes ya empiezo vacaciones, pero en enero tengo exámenes, así que en realidad las vacaciones de navidad se convierten en la tortura maratoniana de 9 horas de biblioteca.

Gracias a todos por estar ahí!

PD: dentro de poco sorteo!!! Estad al tanto! :D

martes, 11 de diciembre de 2012

Nutella Cheesecake y crónica de un cumpleaños


Adiós 20, hola 21. Creo que este ha sido uno de los cumpleaños más extraños de toda mi vida, con sus cosas muy muy malas y sus cosas increíblemente buenas, gracias a cierta gente estupenda. 


Cómo bien indica el título, en el post de hoy os espera una crónica de esas para que leáis cuando tengáis tiempo, una crónica "made in Laura", es decir, larga a matar. Así que he pensado que mejor os pondré la receta primero, y después el parrafón, para quien le interese leerlo! 


Ya os comenté que soy la cocinera aficionada del grupo, y que por tanto las tartas para mi cumple me las auto-regalo. Suena un poco triste, pero de hecho disfruto como nadie haciéndolo, así que no me puedo quejar. Este año, decididí despedirme de les 20 con una tarta de queso y nutella, el conocido "nutella cheesecake" de Nigella Lawson. Qué os puedo decir... esta rica a matar, al menos eso es lo que me pareció a mi y a la gente que le pregunté. Es una tarta que tenéis que preparar, sí o sí, porque realmente, a parte de no tener ninguna complicación, es una apuesta segura. 


Las fotos no son muy buenas porque estan hechas con iPhone, con puca luz, y con mucha prisa. Es lo malo de tener que hacer fotos de comida cuando estás en un restaurante y los comensales están esperando a que les llegue ese trocito de postre! Pero no os dejéis engañar, porque en el blog sólo pongo las recetas ricas! :D

Vamos a ello:

INGREDIENTES

Para la base:
- 250 gr. de galletas digestive 
- 75 gr. de mantequilla derretida
- una cucharada de nutella 
- 25 gr. de avellanas tostadas y picadas (sinceramente, la parte del tostado os la podéis saltar si os da pereza)

Para la tarta: 
- 385 gr. de nutella
- 500 gr. de queso tipo philadelphia
- 60 g. de azúcar glas

Bien... seguro que os imagináis cómo se hace la base no? Reducimos a polvo las galletas, derretimos la mantequilla y mezclamos. A continuación añandimos la cucharada de Nutella y una vez esté todo bien integrado se le echan las avellanas bien picaditas, hasta que quede una textura arenosa. 
Forramos con esta base el fondo de un molde desmontable. Mi molde era de 24 cm pero la próxima vez quizá lo hago en uno más chiquitito. Y a guardarlo a la nevera para que endurezca!

Respecto a la tarta... Yo al leer por primera vez el modus operandi en la web de Nigella, pensé: esto tiene que estar mal. Pero no. Resulta que no está mal. Y también resulta que es todo lo opuesto a mal. 

Nada más y nada menos que batir el queso con el azúcar glas, bien batido, y después le echamos la Nutella hasta que quede todo perfectamente integrado. 

De aquí al molde, y en la nevera mínimo cuatro horas. Como siempre, mejor de un día para otro. 


Yo decoré la tarta con más avellanas tostaditas, que como véis, las puse en el exterior aprovechando que se quedaban pegadas. Además, me aventuré a hacer un frosting de nutella, dulce a más no poder. Sinceramente, aunque queda muy mono, no hace falta. La tarta por si sola se basta y se sobra, y el frosting es demasiado dulce para este tipo de preparaciones. A parti de ahora, los frostings los relego a los cupcakes!


Y bien... ahora ya podéis poneros ropa cómoda, coger las gafas y preparar café, porque llega la historia de las aventuras y desventuras de mi paso a los 21. 

Yendo un poco atrás, la valoración que hago de este último año es, en general positiva. De hecho la cosa viene siendo así: acabé el 2011 de puta pena (perdón por ser políticamente incorrecta, pero un dicho popular es ese de "las cosas claras y el chocolate espeso", lo que viene a querer decir que las cosas se tienen que decir por su nombre, y no tiene otro). Pues eso, de pena. Consiguientemente, emplamé el 2012 con una alegría arrolladora (nótese la ironía). Poco a poco, la cosa fué mejorando, y me marché durante todo el verano a trabajar, muy poco convencida, la verdad. Pero resultó ser un verano genial, estupendo, cococí a muchísimas personas increíbles y estreché lazos con algunas a las que ya consideraba estupendas. Volví nueva, aunque con unas ojeras de órdago porque me levantaba cada día algo más tarde de las 5'30 de la mañana. 

Y total, por qué explico esto? No tengo ni idea, quizá necesidad de expresarme, o quizá para contextualizar. En realidad, no tiene mucho que ver con el día de mi cumpleaños. O quizá sí. Me he dado cuenta que las personas que nunca te fallarán se pueden contar con una sola mano, lo que te deja la otra libre para hacer un bonito corte de mangas a aquellos por los que has dado mucho y no has recibido apenas nada a cambio. En comunicación, y en otros ámbitos, se llama feedback a esa reciprocidad que yo he echado en falta de algunas personas que me rodean. 

Total, toda esta parrafada para decir que tuve una fiesta de cumpleaños genial (vuélvase a notar la ironía). En la próxi fiesta, me veo que seremos cinco. Y oye, casi que mejor. Más vale poco y bueno. 

Puede pasar que a veces te crees expectativas sobre algo, y que éstas no se cumplan. Lo que te hace llegar a la conclusión de que mejor no esperar nada de nadie. Pero eso es muy triste no? Qué nos queda si no es algo de ilusión y esperanza? Pero qué leches, como buena optimista que soy, siempre me quedo con la parte positiva de las cosas, porque todo tiene su lado bueno, aunque cueste más de ver. 

Por tanto, me quedo con esas personas que dieron por mi lo "indable" (me entendéis no? Tengo tendencia a inventarme palabras) Esas personas ya saben quien son. No hay suficientes palabras para expresar mi gratitud. 


Y aquí os presento una serie de regalitos que cayeron. Se ve que cuando tienes un hobby, como lo mío con la cocina, las apuestas son seguras! Y yo, más feliz que un ocho, empiezo los 21 con gran cantidad de artículos relacionados con repostería y creados especialmente para satisfacer mis ansias más golosas! Aún desparramados por mi habitación se encuentra un set de cortadores de galletas con forma de hombre y mujer para hacer galletitas de jengibre, sprinkles, lápices comestibles para decorar, un gorrito a lo chef repostera, un precioso recipiente para galletas, más cortadores de todas las fomas y tamaños, mini moldes para muffins (o en su defecto trufas grandes), un libro titulado "chocolate", con 200 recetas para babear, un set que incluye un libro con recetas de bombones, moldes para bombones y un chisme que no tengo ni idea de como se llama pero se ve que sirve para sujetar las chocolatinas mientras las rebozas alegremente en cacao en polvo, azúcar glas o lo que sea, y una super crepera, que ya he estrenado, obviamente! 


Eso sin contar las cositas de ropa, complementos y calzado... joe, así da gusto cumplir años!!! 

Bueno va, creo que va siendo hora de parar ya de darle a la tecla, porque resulta que tengo una montaña de deberes que me recuerdan maliciosamente: vamos a hacer que te pases la semana sin dormir...

Me tendréis que perdonar porque creo que mi escrito haya resultado ser un poco inconexo, incoherente o in-algo, pero desde pequeñita uso la escritura como canalizador y a veces no controlo. 

Ah, y antes de despedirme, me gustaría mencionar a Bego, del blog de La cocina de Samira, por ser una persona dulce, cariñosa, y con un corazón enorme que me alegra mi página con sus preciosos comentarios. Muchas gracias guapa, por gente como tú da gusto hacer lo que hago. Y a los demás, si no conocéis todavía su blog, que lo dudo, os animo a que vayáis immediantamente, no os arrepentiréis! 

Qué tengáis feliz semana! En breves vuelvo con más y mejor! (me debato entre la empanada de atún, para bajar un poco los subidones de azúcar que os pego, las galletas de vainilla con lacasitos o las de chocolate blanco, o bien las crépes de chocolate con crema de café!)

PD: os imagináis que blogger tuviese límite de palabras como twitter? Sería mi perdición!

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Bizcocho de oreo


Cuando me aburro, cocino. Y cuando no, también. En cuanto dispongo de ese preciado tiempo en que muchas gente dice: "oh, qué bien, voy a tumbarme al sofá un ratito a descansar", yo hago lo contrario. Desafiando el agotamiento semanal, me paso como una hora escogiendo la receta, y algún tiempo más ejecutándola. Eso, sin contar el rato de las fotos y de la degustación! Bueno, de hecho miento. Dado que la fotografía no es lo mío, ya estoy enredando a mi hermana para que sea ella quién las tome. Como recompensa, pastel. O galletas. O muffins. O cupcakes. O tartaletas. En el caso de hoy, bizcocho. Y menudo bizcocho. 


Es curioso, porque cuando hablamos de bizcochos, a menudo lo que nos aparece en la mente es algo sencillo, mediocre incluso, un postre para salir del paso. Todo mentiras! Bueno, menos el tema de la sencillez, aunque yo soy de las que me gusta complicarme, mira tú por donde. 


El que os traigo hoy es... mmmm... como lo diría... algo así como buenísimo. No no, de verdad. Hacedme caso. Bueno, bueno, bueno. Indispensable en nuestro recetario bizcochero, bizcochil, abizcochado. Cada cuál que use la palabra que más le guste, pero tenéis que prepararlo! Además, lleva oreos, esas galletitas que a mi, por sí solas, no me dicen demasiado, pero en el momento que las usas para crear otro postre... ya es otro cantar. 


Tengo tendencia a enrollarme, no sé si os había comentado que estudio en la Facultad de Comunicación, y como buena comunicadora y futura periodista, me gusta escribir, pero también tengo que saber cuándo parar. Así que sin más os dejo la receta, y ya habrá tiempo para las divagaciones! Ah! Usé como receta base el bizcocho de oreo de Kanela y limón, ya conocidísima por aquí (y no me extraña, menudo blog!), pero hay agunas variaciones de cosecha propia, fruto de esos momentos en que te das cuenta de que no dispones de todos los ingredientes y te las tienes que apañar. No sabía si saldría bien, pero no me apetecía ir al super, pero tenía metido entre ceja y ceja este bizcocho y cuando me empeño en hacer algo... sí sí, ya voy con la receta!


INGREDIENTES (os pongo cómo lo hice yo)
- 85 gr. de mantequilla sin sal (a temperatura ambiente, por lo que la debéis sacar unas horas antes de la nevera)
- 140 gr. de azúcar
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- dos huevos (batidos)
- 225 gr. de harina
- 2 cucharaditas de levadura
- una cucharadita de bicarbonato sódico
- una pizca de sal
- 3 cucharadas bie grandes de philadelphia
- 100 ml de leche
- galletas oreo


Precalentamos el horno a 180º.

Se bate la mantequilla con el azúcar y la esencia de vainilla, enérgicamente, y entonces se añaden los huevos a tres tandas, con las batidoras de varillas. A cada tanda, se tiene que batir bien para que se vayan integrando los huevos. 

Tamizamos la harina junto con la levadura, el bicarbonato y la sal, y lo añadimos a la mezcla anterior. 

Llegados a este punto, es cuando introduje mis cambios. Incorporamos las tres cucharadas de philadelphia o algún queso parecido. Cómo la masa quedaba muy espesa, le añadí 100 ml de leche (semi) para suavizarla un poco. 

Se trocean las galletas (poned al gusto, ni muchas ni muy pocas!) y se vierte la mezcla en un molde engrasado previamente con mantequilla. Yo usé un molde de 24 cm de silicona, que me permite desmoldar perfectamente. 

Y unos 40 minutos al horno. Lo de siempre, pinchad con un palillito y a la que salga limpio, listo! 


Podéis decorarlo como os guste, aunque sinceramente no hace falta, por si solo ya funciona... De todos modos, yo reduje a polvo unas pocas galletas más y las puse encima del bizcochito, creo que queda más vistoso así. 


Y de hecho, cuando dije que reduje a polvo las galletas estoy mintiendo otra vez. De nuevo, fue mi hermana, que estaba revoloteando por la cocina y me ofreció su ayuda. Aprovecho ya desde aquí para decirle que, aunque sabe que los momentos en que cocino estoy en modo introspectivo, me encanta sentir su presencia por los alrededores. 


Siempre se lo digo, y lo reitero: gracias por ser la persona que me motiva día a día con todos mis proyectos, por ser mi mitad más preciosa y por haberte convertido en esa persona por la que vale la pena pasarse cinco horas en la cocina. Tu cara de felicidad después lo vale mucho, y sólo es comparable a la felicidad que tú me produces a mi! :D ale, comentario ñoña hecho!

En mi cortita pero intensa carrera como repostera aficionada, siempre ha habido personas para quienes cocinaba o cocino. Es decir, como supongo que os pasa a muchos de vosotros, preferís ver la cara de placer de los demás, porque eso ya es suficiente para que todo el trabajo valga la pena. En realidad, me pasa con todo el mundo que se ha cruzado en mi vida, pero hay algunos cuya felicidad produjo en mí una satisfacción instantánea, en un momento pasado, y seguiría siendo así... pero ella... ella siempre ha estado ahí. 

Así que este bizcocho va para ti, tata. Por hacer que todo valga la pena. 

Es guapa o no es guapa? Con esa sonrisa rojo pasión! :)
Qué paséis un feliz puente! El día 8 es mi cumple, así que seguro que uno de estos días cae una súper tarta! (que, como no, me la tendré que autoregalar..:p)

Gracias por estar ahí! 

jueves, 29 de noviembre de 2012

Coulant de chocolate


Algunos le atribuyen propiedades afrodisíacas. También se dice que si es negro, es bueno para la salud y aporta gran cantidad de antioxidantes. Además, científicos aseguran que te dispara la serotonina, pudiendo tener una influencia importante sobre el estado de ánimo, cosa que reduce la tensión y aumenta las sensaciones agradables. Y por si esto fuera poco, leí que, bioquímicamente, comer cierta cantidad de chocolate es igual al amor. 


Yo sólo sé que me gusta. Mucho. Y algo que te produce tantas sensaciones positivas, no puede ser malo verdad? Sí, sí, sí... no entraremos en discusiones dietéticas, que sé que muchos me podríais decir que si hablamos de cacao amargo, pues sí, pero que mi coulant es una mezcla no sólo de chocolate, sino también mantequilla, harina, azúcar y huevos. Pero... realmente alguien se podría resistir a esto?

¿Quién diría que este pastelito inocente tiene una sorpresa genial en su interior?
De recetas de coulant de chocolate he visto cientos. Y he probado varias de ellas, pero la que os presento hoy es una que nunca me ha fallado. En menos de media hora, tienes estos pastelitos que te dicen con lascivia: cómeme, cómeme! Y evidentemente, no es cuestión de hacerles un feo no?


Ahí vamos con la receta, recomendable al 100%. No, qué digo, al 1000%! Y ah, os aviso de que hoy es de chocolate negro pero el próximo coulant que caerá será de chocolate blanco! Ggggrrrr babilla sólo de pensarlo!


INGREDIENTES
- 200 gr. chocolate negro
- 70 gr. de mantequilla
- 4 huevos 
- 70 gr. de azúcar
- 50 gr. de harina 

Con estas cantidades a mi me salen 6 coulants grandes, pero cuando los acompaño de helado, que es cómo me gusta más, los pongo en moldes más chiquititos porque si no se puede hacer pesado. Según mis catadores, mejor en moldecitos más peques!

Primero precalentamos el horno a 220º.

El resto es tan sencillo como fundir el chocolate y la mantequilla al baño maría o al micro. Yo lo hago en el micro por pura comodidad, aunque se tiene que ir con ojo que no se queme. 

Una vez todo deshecho, se deja templar un ratito. Mientras tanto, batimos los huevos con el azúcar hasta que consigamos una mezcla blanquecina y espumosa. 

Cuando el chocolate esté frío, añadimos esta mezcla de huevos y azúcar al chocolate y entonces ponemos la harina, mejor si la tamizamos. 

Y nada, ahora sólo falta engrasar los moldes, verter la masa, y hornear. Mi horno siempre va como un clavo: 7 minutos dentro y estan listos!


IMPORTANTE: dejar dos minutos fuera del horno para que reposen (sin sacarlos de los moldes) y servir! No hace falta que diga que mucho mejor calentito, para que se pueda disfrutar de ese volcán interno de chocolate en todo su esplendor!


A partir de aquí, sólo hace falta tirar de imaginación. El coulant bien se puede comer solo, porque realmente no le hace falta nada más. Ahora bien, si le añadimos un coulis de frutos rojos, o una bola de helado de vainilla, o lo que sea... pues aún mejor! 

Yo en este caso le puse helado de yogur y frutos rojos, básicamente porque en el súper no les quedaba helado de vainilla. Y os digo que estaba riquísima la combinación, así que es cuestión de ir probando! 

Es inevitable que el plato acabe así...!
Para los que me visitáis... qué tal se os dan los coulants? Tenéis algún truco? Compartid, a ver si entre todos creamos el día del coulant, al igual que el día del brownie! :p

Que paséis buen fin de semana! Me despido con esta frase: " el chocolate es más barato que una terapia, tiene los mismos beneficios, y no hace falta pedir cita" (anónimo). Así que ya sabéis!

Gracias por estar ahí! :)

lunes, 19 de noviembre de 2012

Pastel de manzana con crumble de canela y nueva página en facebook


Y hoy va de manzanas y canela! Todo lo que sea dulce me gusta pero no suelo hacer muchos postres con frutas simplemente porque el chocolate en cualquiera de sus formas me pierde... pero ya dicen que en la variedad está el gusto! 

Este pastel lo hice para el cumpleaños de mi padre,... De hecho, pensándolo bien, creo que todas las tartas de manzana que he hecho han sido para él, que es del club pro postres con manzana. Le quise dar un toque algo distinto y por eso añadí el crumble de canela, que aporta un contraste de texturas y sabores, y que tengo que decir que me iba comiendo mientras montaba el pastel... jajaja. 

Está muy bueno, y si os gustan este tipo de pasteles no dejéis de probarlo!



Y antes de pasar a contaros la receta, os informo que me he hecho una nueva página en facebook! :D Estoy muy feliz, puesto que es un pequeño proyecto que hace tiempo que tenía en mente y que por fin me he animado a realizar! Desde aquí doy las gracias a todos los que os habéis unido y me ayudáis a motivarme día tras día. 

La página se llama "The sweet side of life", lo que traducido vendría a ser "el lado dulce de la vida", que es el que intento promover! Con tanto dulce, aquí algún simpático amigo mío me ha bautizado como Lady Insulina!

Y bien, mientras que en el blog sólo pongo las recetas, en la página de facebook habrá fotos de todas mis creaciones, así como notícias relacionadas con el mundo de la cocina, libros, ferias y espectáculos, enlaces a otras recetas y páginas, y mucho más! De momento aún está en construcción porque me falta tiempo, pero voy pasito a pasito!

Os agradecería mucho vuestra visita! :) Sentiros libres para comentar, compartir, preguntar, corregir, etc.!


Vale, y ahora que he acabado de hacerme esta autopromoción, vamos con la receta que es lo que interesa!

INGREDIENTES PARA EL PASTEL

- 160 ml de leche
- 160 ml de aceite de girasol
- 125 gr. de harina
- 150 gr- de azúcar
- un sobre de azúcar avainillado
- 2 huevos
- 3 manzanas (yo puse dos y media porque no me quedaban, pero la próxima vez casi que pondré 4 para que se le note un poco más el sabor a manzana)
- ralladura de limón (sólo un toque!)
- 2 cucharaditas de levadura

La receta la saqué de este blog, uno de mis recurrentes, de visita obligada! 

INGREDIENTES PARA EL CRUMBLE

- 100 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
- 125 gr. de azúcar moreno
- 4 cucharaditas de agua
- 4 cucharaditas de canela
- 180 gr. de harina


Empezamos haciendo el crumble. Se trata de mezclar todos los ingredientes en un bol, hasta que queden integrados. Entonces, hacemos una bola, la envolvemos con papel film y la metemos en el congelador. 

Mientras, preparamos la tarta. Más fácil imposible. Empezamos pelando las tres manzanas, y las cortamos en gajitos pequeños, reservando algo más de la mitad de una manzana que usaremos para poner por encima de la masa y debajo del crumble. 

En un bol, mezclamos todos los ingredientes, y el último que añadiremos será la ralladura de limón. Al tanto con la cantidad que ponéis, porque la gracia es que le de un toque y no que todo el pastel sepa a limón. 

A continuación vertemos la masa en un molde (el mío de 24 cm.) engrasado con mantequilla. Ahora ponemos por encima la manzana cortada a tiras finas y entonces sacamos lo que teníamos en el congelador y lo rallamos por encima, cubriendo toda la tarta. 

Y de aquí al horno! Lo tenemos que tener precalentado a 250º y dejaremos el pastel a esa temperatura durante media hora más o menos. Después, bajamos la temperatura a 160º y lo dejamos hasta que cuando introduzcamos un palillo éste salga limpio. Vienen a ser unos 15 minutos aproximadamente, dependiendo del horno. Si véis que la parte superior se quema un poquito, ponéis un papel de plata y listos! 


Y ya lo tenemos, sólo hace falta dejarlo enfríar un poquito. Pero os aviso de que gana de un día para el otro, cuando los sabores se han asentado un poco. Y también aviso que el sabor a canela es potente, así que si no os gusta suprimid el crumble. 

Espero que os guste, y como siempre... gracias a todos por estar ahí, aunque sea en silencio!


Os recuerdo que podéis ver mi nueva página aquí

Que tengáis feliz semana!

miércoles, 14 de noviembre de 2012

"Totally chocolate chip cookies"

Yo creo que no hay mejor manera de "re-re-inaugurar el blog que con estas galletas. Por si el título no lo acaba de sugerir, son de chocolate con chocolate y aún más chocolate. Es decir, una auténtica delicia. 
Es de esas recetas que hacen que tus papilas gustativas, tu olfato y tu vista se deleiten a la vez. 


La receta original no podría ser de nadie más que de Nigella Lawson , de quien cada día estoy más enamorada. Para quien no la conozca, os recomiendo encarecidamente ver uno de sus vídeos. Es de esas personas que disfrutan como nadie cocinando, y a medida que va haciendo la receta la va explicando de tal modo que se ha ganado el nombre de "La reina de la cocina porno". Debe ser porque habla con ese deje de sensualidad, como si nada la proporcionase más placer que lo que está cocinando en ese momento. 

Y yo, la verdad, me siento un poquito identificada con esto. Con sólo decir que se supone que hoy tenía que escribir un reportage para la universidad y me he pasado como unas 7 horas metida en la cocina....y que manera de disfrutar! He hecho galletas, un pastel de chocolate para que mi padre se lo lleve a la oficina mañana que es su cumpleaños, unos panecillos multicereales, pasta con salsa de queso y setas y otro pastel para darle la sorpresita cuando llegue a casa!


Paso a contaros la receta y después haré una promesa por escrito (otra vez) comprometiéndome a tener más continuidad con el blog! 

INGREDIENTES
- 125 gr. de chocolate negro (he usado Valor)
- 125 gr. mantequilla pomada
- 150 gr. harina común
- 30 gramos de cacao en polvo (sin azúcar)
- 1 cucharadita de bicarbonato
- Media cucharadita de sal
- 75 gr. de azúcar moreno
- 50 gr. de azúcar
- 1 cucharadita de vainilla líquida
- 1 huevo M (frío)
- 250 gr. de pepitas de chocolate (Nigella le pone 350 pero creo que es demasiado)

Empezamos derritiendo el chocolate en el micro, con cuidado que no se queme. Hacedlo a tandas de 30 segundos más o menos, removiendo cada vez que pare. Una vez listo, lo dejamos enfriar un poquito. 

En un cazo, tamizamos la harina junto con el cacao, la sal y el bicarbonato. 

En otro bol, batimos la mantequilla junto con el azúcar hasta que quede todo integrado. Entonces, añadimos el chocolate que habíamos derretido previamente. Añadimos la cucharadita de vainilla y el huevo y removemos bien. 

A esta mezcla le ponemos la otra de harina, cacao, etc. y removemos hasta que quede una masa homogénea. Entonces, le añadimos las pepitas de chocolate.

Como queda una masa final un poco pegajosa, yo la he puesto en la nevera entre media y una hora. Así, después se manipula mucho mejor. 

Mientras, precalentamos el horno a 170º.

Sacamos la mezcla de la nevera y hacemos bolitas no muy grandes, más o menos del tamño de una nuez Las depositamos en un par de bandejas de horno, a las que forramos con papel de hornear para que no se peguen. 

Y al cabo de más o menos 14-15 minutos, dependiendo de cada horno, ya estaran listas! Y nuestro olfato estará gratamente feliz por ese olorcito estupendo que se desprende! Sólo os digo que mi hermana se ha despertado de la siesta por el olor, y eso es mucho decir!!! 

Las pasamos a una rejilla para que se enfríen y se endurezcan (si aguantamos!)

La guapa de mi hermana, mi catadora oficial
Según Nigella, salen 12, pero a mi me han salido 25 y no son pecisamente pequeñas...No sé de qué tamaño deben ser las suyas!!! Pero bueno, sean del tamaño que sean... estan ricas, ricas, riquísimas!

Como véis, esta receta se adecua perfectamente a la premisa de: fácil, rápido y bueno...¿Qué más se puede pedir?


Y ahora, dejando el tema galletil aparcado, os comento. Dejé el blog abandonado a eso de finales de mayo... entre algunos problemillas de índole personal, los exámenes de la universidad y la sensación de que el día tenía 12 horas en vez de 24 cada vez sentía que tenía menos tiempo y menos ganas. Después, he pasado el verano fuera trabajando y apenas he cocinado (excepto unas trufas de oreo que os pondré en breves y mi quiche recurrente)...Y ahora, depspués de volver a empezar el curso y poner en cierto orden mi vida (dentro de mi particular caos, evidentemente) cada vez tengo más ganas de compartir recetas y experiencias con tod@s vosotr@s. 


Espero que os haya gustado la receta! Pronto me pondré de nuevo a establecer vínculos culinarios! Que tengáis feliz semana! (o lo que queda de ella)

:)

viernes, 25 de mayo de 2012

Zebra cake

Whole kitchen en su Propuesta Dulce para el mes de Mayo nos invita a preparar un Zebra Cake (Pastel Cebra) 



Y mira que está bueno este pastel. Pero lo que es más importante, entra con por los ojos sin ninguna dificultad! Tengo una amiga a la que le vendí tan bien esto de la cocina que ha decidido abrirse un blog y apuntarse tambien a Whole Kitchen, pero en las propuestas saladas. Así que nos pusimos una mañana ella y yo, y preparamos fish cake y este pastel, y así nos arreglamos la comida! Su blog es éste. Aún está empezando, pero echadle un vistazo a su fish cake y veréis que su futuro culinario es muy bueno!

Y ahora volvemos a mi zebra cake, que es el protagonista de hoy. No es complicado en su elaboración. Quizá lo más difícil es mezclar las masas para que quede esta forma tan bonita que recuerda a una zebra, pero ahora os explico cómo hacerlo. Primero vayamos con la preparación


INGREDIENTES
- 4 huevos
- 250 gr. azúcar
- 250 ml leche (puse semidesnatada)
- 250 ml aceite (puse girasol, pero también se puede hacer con aceite de oliva suave)
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 300 gr. harina
- 2 cucharadas de cacao en polvo SIN AZÚCAR
- 1 sobre de levadura
- 1 pizca sal

Con la misma cuchara que usamos para medir las cucharadas de cacao en polvo, separamos 2 cucharadas de harina de los 300 gramos. 
Batimos los huevos con el azúcar hasta que espumeen, y ponemos la leche y el aceite, batiendo hasta que quede una mezcla homogénea. Añadimos la vainilla. 
Juntamos la harina con la levadura y la sal, tamizamos y añadimos a la mezcla anterior, procurando que no queden grumitos. 
Ahora dividimos esta masa en dos partes iguales. A una de ellas le añadimos las dos cucharadas de cacao y en la otra ponemos las dos cucharadas de harina que habíamos apartado al principio. 
Para que quede esta forma, primero cogeremos un molde de 24 cm y lo engrasaremos. Y entonces cogemos una cuchara grande y en el centro del molde ponemos dos cucharadas de una masa. A continuación, ponemos dos cucharadas de la otra masa encima de la que habíamos puesto primero, y así hasta que acabemos. 
Las masas no se mezclan, se van desplazando y así se van creando los círculos de distintos colores. 



Yo al pastel le añadí un frosting de queso y chocolate como cobertura. Cogí 200 gr de philadelphia, 100 gr de mantequilla, 75 gr de azúcar glass (no me gusta muy dulzón) y dos cucharadas de cacao en polvo sin azúcar. Se bate bien, y ya lo tenemos listo para usar! (está buenísimo!)



Espero que os guste! 
Lo siento mucho si tardo en contestar pero me paso unas 9 horas en la biblioteca estudiando para los finales!

Feliz viernes! :D
PD: por cierto, la receta (menos el frosting) la saqué de este blog, que es estupendo!

viernes, 11 de mayo de 2012

Peanut butter cookies

O lo que es lo mismo, galletas de mantequilla de cacahuete, con plus de mermelada de arándanos (mi favorita, creo que ya se va notando!)  unos cuantos cacahuetes para dar un toque levemente saladito, que en mi opinión queda perfecto (me encantan los contrastes dulces /salados)



Éstos días he estado un poco desconectada, y me temo que aún lo voy a estar más porque dentro de poco acabo ya las clases y empiezo los queridos exámenes finales, que me van a tener sumamente contenta durante unas tres semanas. Nótese la ironía. 


Así que la receta de será breve, y además es rica, rápida y sencilla. La saqué de la revista "delicias al horno". Y la verdad es que si que hay unas cuántas delicias, sí! 


A ver qué os parece!

INGREDIENTES
- 200 gr. de harina
- 125 gr. de mantequilla 
- 125 gr. de azúcar
- 1/2 cucharadita de canela en polvo (no os paséis porqué sino se disimula demasiado el sabor de la mantequilla de cacahuete)
- 50 gr. de mantequilla de cacahuete
- 1 huevo

Para decorar:
- Mermelada de arándanos (cada uno al gusto)
- Cacahuetes troceados (opcional)


Vamos allá. Primero precalentamos el horno a 150º.

Mientras se calienta, tamizamos la harina y añadimos el azúcar y la canela. Incorporamos la mantequilla a trozos. Aconsejo que no esté muy dura, pues si no costará un poco manipular la mezcla. Mezclamos con los dedos, hasta que veamos que queda una textura cómo de pan rallado. 

En un bol a parte, mezclamos la mantequilla de cacahuete con el huevo y después lo añadimos a la mezcla anterior hasta tener una pasta. 

Y ahora sólo queda hacer bolitas con la masa y disponerlas en una bandeja de horno forrada con papel vegetal. Aplastamos un poquito las bolitas y con un dedo hacemos un pequeño surco, en dónde pondremos un poco de mermelada. Después, si se quiere, se pueden añadir unos cuantos cacahuetes troceados.

Y de aquí al horno unos 20 minutos. Id controlando que ya se sabe que cada horno es un mundo! Sabréis cuando estan listas porqué quedan doraditas. 

Dejáis enfríar las galletas y ya estan listas para comer! Y ah! se me olvidaba... se conservan muy bien en un recipiente hermético, así que podéis tener desayuno/merienda para unos días (depende de lo que aguantéis! jajaja)


Hoy lo dejo aquí a ver si puedo ir actualizando más a menudo! Que tengáis un feliz viernes y un mejor fin de semana! :D